Cavendish Plantas de fresa

Antes de plantar, preparar el suelo con antelación (otoño o principios de primavera) para controlar malezas perennes y nivelar el terreno.

Una vez recibidas, trasplantar lo antes posible. Si no se puede plantar de inmediato, conservar las raíces húmedas, remover ataduras, aflojar raíces y mantenerlas en ambiente frío hasta la plantación.

Al plantar, asegurarse de que la corona quede al nivel exacto del terreno, no enterrada ni expuesta. Regar bien.

Durante el primer año, eliminar todas las flores emergentes para que la planta concentre su energía en el establecimiento radicular y vegetativo.

Utilizar acolchado en otoño para moderar las variaciones de temperatura del suelo; retirar o desplazar el acolchado cuando las plantas comiencen a brotar en primavera.

A partir del segundo año, realizar renovación de camas tras completar la última cosecha anual.

Gestionar los estolones: permitir algunos para rellenar espacios al final del primer año, pero evitar exceso que genere competencia entre plantas.

En climas cálidos, vigilar la floración y maduración del fruto: podría haber maduración desigual; planear cosechas frecuentes en esos casos.

Realizar análisis de suelo antes de establecer cultivo para ajustar nutrientes (macros y microelementos) según las condiciones locales.

Practicar manejo sanitario preventivo para minimizar riesgos de enfermedades fúngicas o del suelo.